Tendré los ojos muy lejos, y un cigarrillo en la boca, el pecho dentro de un hueco y una gata medio loca. Un escenario vacío, un libro muerto de pena, un dibujo destruído y la caridad ajena. Un televisor inútil, eléctrica compañía, la radio a todo voulumen y una prisión que no es mía. Una vejez sin temores y una vida reposada, ventanas muy agitadas y una cama tan inmóvil. Y un montón de diarios apilados, y una flor cuidando mi pasado, y un rumor de voces que me gritan,
y un millón de manos que me aplauden. Y el fantasma tuyo, sobre todo, cuando ya me empiece a quedar solo.
Y tal vez esperé demasiado,
Quisiera que estuvieras aquí.
Cerrarán la puerta de este infierno
y es posible que me quiera ir.
Necesito
11 octubre 2008
Necesito alguien que me emparche un poco
y que limpie mi cabeza.
Que cocine guisos de madre, postres de abuela
y torres de caramelo.
Que ponga tachuelas en mis zapatos
para que me acuerde que voy caminando
y que cuelgue mi mente de una soga
hasta que se seque de problemas y me lleve.
Y que este en mi cama viernes y domingo
para estar en su alma todos los demás
días de mi vida.
Y que me quiera cuando estoy, cuando me voy,
cuando me fui.
Y que sepa servir el te, besarme después
y echar a reír.
Y que conozca las palabras
que jamás le voy a decir
y que no le importe mi ropa si total
me voy a desvestir
para amarla,
para amarla.
Si conocen alguien así, yo se los pido,
que me avisen porque es así totalmente
quien necesito.