10 noviembre 2009
“Escribo porque, probablemente, me parezco al peluquero de Tom Jones: cuando se enteraba de una buena historia, necesitaba contarla. Yo las invento con facilidad y las cuento con placer. Creo que antes de conocer la literatura, mi manera de reflexionar y comentar los hechos que me emocionaban fue imaginar historias; que las escribiera o no, dependía de las circunstancias. (…) Esta fiebre, tal vez infantil, de crear un encantamiento, aún continúa poseyéndome e incitádome a escribir lo mejor que pueda. Me gustan el cine de mis tardes y los sueños de mis noches porque me cuentan historias.”
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